jueves, 4 de agosto de 2011

De vuelta: Gatos monteses y otras cosas

Hola a todos. Viene siendo costumbre disculparme al inicio de cada entrada por la tardanza en actualizar. La verdad es que entre los exámenes y los 28 días que me llevó recorrer los 790 km que separan Roncesvalles de Santiago de Compostela, no he tenido mucho tiempo para el blog. No obstante si he buscado algún hueco para salir al campo y tengo bastante material acumulado que espero ir subiendo poco a poco en este Agosto que se presenta mas relajado. El problema de ello es que uno no sabe muy bien por donde empezar pero me he decantado por mostrar algunas especies de la cordillera integradas en el verdor intenso de la primavera cantábrica.

Comenzaré con esa especie que tanto me apasiona, como sabréis los que leeis este blog con asiduidad. Se trata del gato montés (Felis silvestris). No está siendo un buen año de observaciones de la especie para mi ya que son solamente 3 en lo que llevamos de año (son pocas en comparación con las contadas hace un par de años), sin embargo han sido observaciones de gran valor por producirse en zonas en las que nunca había visto a uno de estos sigilosos animales. Hablar de gato montés es hablar, por lo general, de bosques y prados. De ahí el valor de estas observaciones, que se produjeron en zonas en las que no existen prácticamente masas forestales, la vecina comarca de Babia.
Gato montés (Felis silvestris) en ambiente de matorral

El ejemplar de la fotografía puede ser un individuo juvenil o bien una hembra ya que los rasgos suavizados y el tamaño de la cabeza así parecen indicarlo. Moraba en busca de algo que llevarse a la boca en una zona pedregosa con algún matorral disperso. La cola erizada en actitud de concentración en el afán de encontrar alimento. El morado de las flores de las Ericaceas y la ligera luz que todavía se filtraba entre las nubes hace que esta imagen sea una de las que más me gusta de las que he conseguido hasta ahora de la especie.

Gato montés (Felis silvestris)

En este caso este otro gato montés permanecía sentado en el límite entre las hierbas altas y la zona pacida por el ganado, siendo en la segunda, más sencillo para el gato, el desarrollo de las técnicas de caza de micromamíferos. También se trata de un ejemplar juvenil posiblemente. La verdad es que siempre es una alegría encontrarte con individuos de una especie por la que tienes especial interés, en zonas diferentes a las habituales. Es una sensación parecida a la de encontrarte con un amigo en un otro país sin haberlo planeado.
Ahora que han segado los prados supongo que aumentará el número de avistamientos de la especie que llevo en este 2011 además de tener la posibilidad de poder seguir aprendiendo cosas sobre los monteses mediante la observación directa en su medio natural.

La primavera es sin duda, la estación con la que me quedaría para fotografiar la naturaleza. El verde que lo envuelve todo, el gran número de especies animales que despiertan del letargo invernal (tanto vertebradas como invertebradas), la variedad de plantas que lucen sus mejores galas, las temperaturas suaves que motivan a las especies animales a parmanecer más activas durante todo el día, etc.
Claro síntoma de la llegada de la primavera en la Cordillera es la aparición de las flores de los narcisos (o "Gritsándanas" en patsuezo) que llenan los prados húmedos de los valles y brañas de un color amarillo.



Narcisos (Narcissus pseudonarcissus) o gritsándanas

Curiosa debe ser la vista de estos prados desde las alturas, una vista con la que se encuentran todas las aves migratorias que vuelven en primavera a la península para criar, completar su ciclo vital y regresar al sur en Septiembre. Una de las especies más llamativas es el alimoche (Neophron percnopterus). Otros años las observaciones de esta especie solían producirse en zonas abiertas de la alta montaña, sin embargo han sido muchas veces las que he observado alimoches este año sobrevolando bosques y en fondos de valle. Esta especie lleva a cabo un viaje épico cruzando el desierto del Sáhara y el estrecho año tras año para reproducirse y de vuelta para pasar el invierno. Puede verse de forma muy gráfica aquí

Alimoche (Neophron percnopterus) sobrevolando una ladera forestal

Otra de las rapaces que realiza un viaje a la península desde Africa para criar es el aguilucho cenizo (Circus pygargus) cuya silueta de alas largas y sus vuelos que recuerdan a una cometa pueden verse en nuestros campos desde el inicio de la primavera. Seguramente todos habéis observado en más de una ocasión las técnicas de caza de esta especie consistentes en planear sobre prados o matorrales con los ojos clavados en el suelo sin batir practicamente las alas y dando un quiebro brusco para caer directos al suelo al percatarse de la presencia de una presa en potencia.


Macho de aguilucho cenizo (Circus pygargus) desarrollando técnicas de caza típicas de la especie (Pinchad en la imagen para ampliarla)

La primavera es una época en la que los campos se innundan de sonidos que han estado ocultos por las nieves invernales y que parece que aumentan su volumen a medida que los días se alargan y aumentan las temperaturas. Uno de los cantos más escuchados en los campos ibéricos es el de la perdiz roja (Alectoris rufa). Los machos escogen un punto elevado desde el cual emiten su canto para atyraer a las hembras y poder reproducirse.

Macho de perdiz roja (Alectoris rufa) cantando

Muchas especies de anfibios que permanecen en letargo durante el frío invierno reciben ansiosas la primavera para completar su ciclo reproductor y dar lugar a una nueva generación de individuos que ha de sobrevivir a los peligros de la naturaleza. Los anfibios normalmente siguen la estrategia de la R, es decir, ponen muchos huevos que originan gran cantidad de juveniles con una tasa de mortalidad elevada, de los cuales sobrevive un pequeño porcentaje. Una de las formas mas comunes de cortejar a las hembras en el mundo de los anuros es mediante el canto, las ranas hinchan sacos en la zona ventral o bien lateral produciendo sonidos característicos que llamarán la atención de las hembras y a su vez dejarán claro su estatus a otros machos competidores.

Rana común (Pelophylax perezi) con sacos bucales en las comisuras de la boca

Ranita de San Antonio (Hyla arborea) con saco bucal en la zona ventral

Más sigilosos son los urodelos, pero también desarrollan sus pautas de apareamiento en los días lluviosos de primavera.

Salamandra común (Salamandra salamandra)

Unas de las zonas donde más explosiva es la primavera es en la alta montaña, donde todo se acelera ya que el tiempo en la que la nieve deja la tierra al descubierto es mucho menor que en los fondos de valle y por ello todo ha de funcionar a una velocidad mayor. Los rebecos alumbran a sus crías en la primavera a la vez que dejan atras sus lanas invernales para dar paso a un pelaje más fino y rojizo.

Rebeco (Rupicapra pyrenaica parva) cambiando el pelo.

A medida que ganamos altitud aparecen especies como el gorrión alpino, el cual cría principalmente por encima de los 1900 msnm y se alimenta de los artrópodos que viven en las praderas alpinas y subalpinas, en este caso, del entorno de Ubiña. En mi opinión es una de las aves más bonitas de la cordillera cantábrica con las placas alares blancas en vuelo contrastadas con el negro del dorso. No tenía una foto decente de este animal y todavía puede mejorarse, pero teniendo en cuenta la zona en la que está fotografiado tiene bastante valor para mi. Esta especie es más fácil de localizar y fotografiar en ciertas zonas de Picos de Europa y del Pirineo, sin embargo son pocas las fotografías que he visto de esta especie en la zona occidental de la Cordillera Cantábrica.

Gorrión alpino (Passer montanus) fotografiado en el occidente de la cordillera.

Para rematar la entrada os dejo una de las imágenes que más me gusta de esta primavera, una cierva en un prado florido con un ligero contraluz que deja ver los insectos revoloteando alrededor del cérvido. Espero que os haya gustado la entrada y me comprometo a actualizar más a menudo (al menos hasta que ponga esto al día). Un abrazo y gracias por visitar el blog.

Hembra de ciervo (Cervus elaphus) en un prado primaveral

5 comentarios:

ferreiro dijo...

menuda vuelta menudas fotos un saludo

Senén SC dijo...

Pues corroboro el último comentario y un sí rotundo a tú última frase: menudo reportaje...

Anónimo dijo...

Muy buenas fotografias ¿que opinas de estas? http://vinak.blogspot.com/2011/08/catando.html

Ornitocampero.blogspot.com.es dijo...

Que envidia de fotos y ese entorno!! muy autentico....la foto del aguilucho me encanta!
Saludos camperos!

Jesús del Valle dijo...

Pues que bien que hayas vuelto, con tus gatos y tus tejones,etc. En verdad que fotografiar personajes tan raros gusta,¿eh?
Es probable que tu artista, fuera una hembra criando, que se expone a salir a pleno día porque tiene que llevar comida a los gatitos.Fantástico, eres la envidia de unos cuantos.