martes, 6 de diciembre de 2011

Al amparo de la noche

Normalmente siempre que vemos imágenes documentales sobre la Cordillera Cantábrica, son escenas diurnas en el verdor de las montañas y entre la niebla y el rocío. Sin embargo la Cordillera presenta una cara aún más mágica si cabe en plena noche, cuando visitando las zonas alejadas de la contaminación lumínica podemos apreciar la inmensidad del firmamento con la vía láctea indicando el eje Este-Oeste y el brillo de planetas cono Venus o Júpiter. Es además en este momento cuando muchos de los moradores de estas montañas aprovechan para comenzar su rutina diaria (nocturna en este caso) y se mueven entre los arbustos de forma sigilosa y eficaz.

Vía lactea sobre la ermita de Trobaniello

Resulta que a finales de verano, el buen amigo David Álvarez me metió el gusanillo de la fotografía nocturna a pesar de haber admirado siempre el trabajo de Manel Soria en este tipo de fotografía. Por ello intenté fotografiar algunos motivos nocturnos en la Cordillera Cantábrica con alguna de sus conocidas montañas o bien incluyendo algunas de las construcciones típicas de la zona. Estos paseillos a última hora de la tarde para regresar ya abrigado por la noche hacen que te encuentres también con cárabos, martas, liebres de piornal y demás habitantes de la noche cantábrica.

Cárabo (Strix aluco) de morfo gris

Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. La sensación de que la noche se va acercando poco a poco en mitad de las montañas y de repente hay un momento en el que todo queda en silencio hasta que el cárabo con su ulular da la entrada a la oscuridad. La vista tarda unos 20 minutos en acostumbrarse a la oscuridad total, y es en ese momento cuando mirando al cielo apreciamos la gran cantidad de estrellas y demás cuerpos celestes que están compartiendo el universo con nuestro planeta para demostrarnos lo pequeños que somos.

Iglesia de San Félix (Pinchar en foto para ampliar)

A la hora de realizar fotografía nocturna hay que decidir que tipo de fotografía se quiere realizar. Si queremos dar una mayor importancia a las estrellas debemos seleccionar una noche sin luna a ser posible (luna nueva), ya que la luz del sol reflejada en la luna cuando esta esta llena hace que muchas estrellas queden enmascaradas. Sin embargo si queremos dar más fuerza a un paisaje iluminado por la luna escogeremos una noche de luna llena.

Peña Ubiña y San Emiliano bajo la luna llena

La dificultad de la fotografía nocturna (como en la fotografía en general) está en la innovación. Tener una idea que nadie haya tenido antes. Nuestra mente está condicionada por la gran cantidad de fotografías que vemos hoy en día en internet, televisión, revistas, etc... y de forma involuntaria tendemos a imitar aquellas que más nos han gustado. Lo único de innovador en las fotografías nocturnas que he hecho son el lugar en el que están hechas ya que nunca he visto fotografías nocturnas de esos lugares. Sin embargo las técnicas y demás son idea de grandes pioneros en la fotografía.

Durmiendo en el bosque

Voy a terminar nombrando a una de las especies que precisamente más agusto se encuentra en la noche pero que posiblemente de forma inmediata no se asocie con la oscuridad. Es la Liebre de Piornal (Lepus castroviejoi) a la que ya dediqué una entrada en su momento. Volviendo por pistas de hacer las fotografías nocturnas mostradas anteriormente me topé con una hembra de buen tamaño de liebre de piornal. Se sabe que es una hembra por el tamaño de la mama que sobresale entre el pelaje claro del vientre. Las liebres se quedan bastante alucinadas por las luces del coche y se puede disfrutar de su observación sin molestarlas demasiado (utilizar luces cortas y no largas). Durante la noche estas liebres abandonan las zonas espesas de piorno y brezo en las que pasan el día para salir a pacer a zonas más abiertas donde la hierba predomina frente a los arbustos y es entonces cuando pueden cruzar delante del coche. Uno de los geniales endemismos de la Cordillera Cantábrica.

Liebre de pironal (Lepus castroviejoi)
hembra

La noche es un buen momento para disfrutar de la soledad en estas montañas y si todo va bien nunca falla a su cita ya que cada tarde el sol se pone y la luna comienza a dibujarse en el cielo. Poco a poco voy haciendo entradas que tenía pendientes. Espero que os haya gustado. Un saludo.