
Mas adelante los primeroos mochuelos nos vigilaban desde una construcción abandonada, para levantar vuelo rápidamente. Es entonces cuando divisamos las primeras avutardas a lo lejos. Es increíble el tamaño que pueden alcanzar las bandadas de estos animales de vuelo pesado, son desconfiadas de narices, eso tambíen hay que decirlo. Alguna foto para mostrarlas en su entorno era obligatoria.

Uno de los animales que tenía la intención de ver era el Sisón y asi fue, un bonito macho levantó el vuelo y me dió tiempo a hacerle una toma de recuerdo. Preciosa ave sin duda.

También pudimos ver algún esmerejón posado entre los torrones de tierra de los paisajes rojizos que hay por esos lares. Se nota que es primavera y lo demuestran los incansables trigueros reclamando su territorio sobre cualquier punto mas elevado de lo normal. Collalbas y cogujadas le acompañan mostrando sus dotes de canto en la llanura castellana.

Triguero (Miliaria calandra)

Nos acercamos ahora a una zona dónde existe una colonia de conejos. Los pequeños gazapos ya toman el sol fuera de sus madrigueras atentos al peligro para huir a su interior ante el mínimo indicio de peligro. Sin embargo no son los únicos que habitan la zona. Al menos 3 lagartos ocelados comparten hogar con los mismos.


Mientras observabamoos a los conejos otra de las aves que llevabamos la esperanza de encontrar apareció. Los llamativos abejarucos. Aves que todo ornitólogo aficionado debe haber visto al menos una vez en su vida y como en la zona montañosa en la que vivo no los hay pues hay q viajar un poco para disfrutar de sus cantos y colorido.

Nos dirigimos ahora a Otero de Sariegos, pueblo en el cual se está realizando con éxito la cría de cernícalo primilla en edificios adecuados para dicho fin llamados primillares. Por el camino podemos observar unas cuantas cigüeñuelas buscando sustento en terreno innundado. También avocetas, avefrías, garza real... Aquí apareció otra esspecie nueva para mi, la pagaza piconegra que tengo entendido que en Castilla y Leon solo es fácil de ver en puntos muy concretos, entre ellos Villafáfila, lugar en el cual cría regularmente.


Y aquí se acaba la primera parte de este viaje lleno de cernícalos, avutardas y demás esteparias. Mañana la segunda mitad. Un saludo