No se me ocurría nada mejor para el título asique en estos casos lo mejor es ser claro y directo. En este mes también he podido fotografiar a algunos de los representantes de la herpetofauna cantábrica, incluso me he llevado sorpresas.
Yo creía que el único anfibio que me quedaba por fotografiar de la zona era el sapillo pintojo, que aún se me resiste. Sin embargo visitando una zona de turbera, me encontré con un representante de los anuros que no pensaba que existiese en esta región de la cordillera. Estoy hablando del sapo corredor. No vi ningún ejemplar adulto, pero pude confirmar la cría ya que todo lo que vi fueron unas cuantas decenas de pequeños sapillos con una linea blanca que les recorría el lomo. Es una característica típica de este sapo. Además cuando los ves en directo te das cuenta de porqué se llaman corredores. Son rápidos y apenas saltan, se desplazan corriendo a su manera.
Sapo corredor (Bufo calamita) juvenil
La zona es muy buena para anfibios ya que pude ver juveniles de sapo común, rana bermeja, ranita de san antonio, alamandra común, tritón alpino, el propio corredor,... La primavera que viene realizaré una visita a la región para observar los amplexus de los adultos.
También puse bastante empeño en fotografiar como se merece a la rana por excelencia de la alta montaña. La rana bermeja. Cría en lagunas de alta montaña y en el mes de Julio es relativamente fácil ver a pequeñas ranas en los márgenes de las charcas. También podemos ver algún adulto por la zona. Este año las puestas de anfibios en la alta montaña se han realizado bastante tarde debido al duro invierno que tuvimos. Además o han venido unos meses demasiado lluviosos y esto provoca que se pierdan muchas puestas en algunas zonas. Podéis leer mas sobre el tema en el blog de David Álvarez www.naturalezacantabrica.blogspot.com.
Aquí van un par de fotografías de bermejas sacadas en regiones diferentes. La primera a unos 1900 metros de altitud y la segunda a unos 1600. Estas ranas presentan mucha variación en la coloración. Van del rojizo más intenso al pardo oscuro.
Rana bermeja (Rana temporaria) parda
Rana bermeja de tonalidad más clara y ligeramente rojiza.
Con esto termino con los anfibios destacados de este mes pasado. Ahora vamos con los reptiles. Como habéis visto en una entrada anterior, este verano le he dedicado tiempo a los colúbridos y ofidios. Quería fotografiar un ejemplar adulto de víbora de seoane y lo he conseguido. El animal más venenoso de la cordillera es sigiloso y tranquilo. Siempre intentará huir ante nuestra presencia, pero si se ve acosado o presionado atacará. Por ello la mejor opción es dejarlo ir. La Vipera seoanei cantabrica es de las pocas especies de reptiles exclusivas de la cornisa. También presenta muchas coloraciones que varían desde el pardo, hasta el negro completo de la forma melánica, pasando por la coloración dorsal de dos lineas claras sobre un fondo marrón. En mi caso presentaba una coloración parda con el dibujo dorsal en zigzag.
Vista general de la seoane cantábrica adulta
Detalle de la cabeza de la víbora de Seoane (Vipera seoanei sbsp cantabrica) Pdemos observar la pupila vertical y el gran número de escamas en la cabeza, características de las víboras.
Seoane en posición de defensa. Contrae los músculos de manera que, si se ve acosada, en pocos segundos pueda desplegar su cuerpo alcanzando su objetivo e inyectándo el veneno.
Otro de los reptiles característicos de la zona norte de la península es la lagartija serrana (Iberolacerta monticola). Una lagartija de altura que vive en canchales y roquedos de la montaña cantábrica. Sus verdes intensos destacan en las blancas rocas calizas. Quizá os suene a los montañeros, el haber visto por la zona cantábrica pequeñas lagartijas con la cola azul intenso. Son juveniles de esta especie. A continuación una fotografía de una lagartija serrana.
Lagartija serrana (Iberolacerta monticola)
Hablando de juveniles, finalizo la entrada mostrandoos al juvenil de una especie de la cual hice el seguimiento esta primavera. Fui apreciando los cambios de color en las escamas del lagarto verdinegro según se aproximaba la época de celo. Podéis verlo en posts anteriores. Los juveniles de verdinegro tienen un tamaño parecido al de una lagartija y ya presumen del coraje que tienen los adultos. Abren la boca para intimidar a sus depredadores y parecer mas bravos. Quizá en unos años, pueda ver como cambia el color de las escamas en este mismo ejemplar, si consigue sobrevivir a los peligros de la naturaleza.
Juvenil de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi)
Pues esta ha sido la herpetofauna que he podido ver en esos días. Toda la vida viviendo aquí y siempre depara sorpresas como la del sapo corredor. Espero que os haya gustado la entrada. No actualizaré hasta el fin de semana que viene porque me voy de viaje. Un saludo y gracias por visitar el blog y los comentarios.
1 comentario:
Me ha gustado mucho tu entrada. Es cierto que aunque pases años visitando una misma zona, los animales te pueden dar una sorpresa, bien por observar una nueva especie o por ver un comportamiento interesante.
Hace mucho que no paso por Cantabria buscando herpetos, pero sí que he visto alli a los pintojos. Fue en un arroyito formado en la cuneta de una carretera. A los Discoglossus les gusta ese tipo de ambientes: pequeñas surgencias del suelo que encharcan la hierba, arroyos de cuneta, en el suelo donde desaguan los pilones empapando los prados y otros por el estilo. Normalmente con poca corriente, poca profundidad y plantas emergentes. Suerte.
Publicar un comentario