viernes, 26 de marzo de 2010

Limícolas en Gijón

Hace un par de fines de semana decidí pasarme por Gijón a visitar a un amigo que está estudiando allí. Mi objetivo era pasar un finde desconectado de todo, conocer la ciudad y ya de paso fotografiar algo de lo que se puede ver en la ciudad asturiana. Me habían hablado de la confianza de algunas limícolas que pasaban el invierno en Gijón, pero la verdad es que no me esperaba tanto.
El objetivo principal eran los vuelvepiedras. Unas limícolas activas como todas que buscan alimento entre las rocas teñidas de verde cuando baja la marea. Tenía ganas de esta especie y la verdad es que se dió bastante bien. En Gijón podemos encontrarnos con bandadas de estas aves caminando entre los viandantes como si de palomas se tratasen. Sus vuelos acompañados del canto característico animan los paseos por la zona costera.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Muchas veces cuesta descubrir a estos animales ya que tampoco son demasiado grandes y aparte de esto su plumaje se confunde con el rocaje mientras permanecen inmóviles. Algunos de los ejemplares fotografiados ya empiezan a presentar alguna de las plumas que lucirán en la época de celo en sus regiones de cría como por ejemplo Escocia. A continuación adjunto una foto de la zona por la que se suelen mover estos bichos.

Hábitat de vuelvepiedras y correlimos oscuro

El mejor método para fotografiarlos es permanecer quieto en una zona por la que estén deambulando en busca de alimento y ellos mismos se acercarán llegando a puntos en los que superan la distancia mínima de enfoque del objetivo (1,8 m). De movimientos rápidos y en los días nublados asturianos hay veces que hay que armarse de paciencia para fotografiarlos quietos, pero los resultados merecen la pena.

Vuelvepiedras con la playa de fondo

Vuelvepiedras sobre roca

Aparte de los vuelvepiedras también pudimos ver aunque en menor número a correlimos oscuros. También son algo más esquivos que los vuelvepiedras y de un tamaño menos. Su localización también se hace mas compleja ya que su plumaje es mas apagado y se confunde mejor con las rocas bañadas por el cantábrico. Aquí va una foto del maritima.

Correlimos oscuro (Calidris maritima)

La verdad es que a alguien de la montaña como yo le viene bien cambiar de aires y de tipo de fauna de vez en cuando. Aparte de los mencionados limícolas también pude ver garcetas comunes, gaviotas reidoras, gaviotas sombrías, gaviota patiamarilla y cormorán moñudo. Animales comunes para la gente de mar pero que hacen distraerse a la gente de zonas oseras. Ha sido una entrada breve pero me apetecía hacerla. Un saludo, espero que os guste y gracias por visitar el blog.

3 comentarios:

Carlos de Sebastián dijo...

Si que son habituales los vuelvepiedras en Gijón, forman grupos bastante grandes y poco asustadizos, muy simpáticos.

Carlos Rubio Cedrún dijo...

por León también se dejan ver algunas limícolas como los chorlitejos, aunque ver las densidades de aves de la costa es una pasada. Vente un día de paso fuerte para Santoña y verás que espectáculo.

Nacho Vega dijo...

Hola:

Acabo de visitar el blog por vez primera. Muy chulo. Estupendas fotos e ilustrativos textos. Muy buena la observación del correlimos oscuro. No es infrecuente en el invierno. Pero siempre es bastante escaso. Y es muy bonito.

Un saludo.

Nacho.